Culpar exclusivamente a la provocación puede ser un terreno resbaladizo que desvía la responsabilidad individual. Es crucial analizar las acciones desde una perspectiva equilibrada, evitando justificar comportamientos inapropiados con argumentos simplistas que desdibujen el respeto mutuo y la empatía en nuestras relaciones.
Culpar exclusivamente a la provocación puede ser un terreno resbaladizo que desvía la responsabilidad individual. Es crucial analizar las acciones desde una perspectiva equilibrada, evitando justificar comportamientos inapropiados con argumentos simplistas que desdibujen el respeto mutuo y la empatía en nuestras relaciones.